La dimensión de mi ministerio musical es totalmente misionera, teniendo como prioridad la opción preferencial que nos pide la Iglesia Latinoamericana: los jóvenes y los pobres. También colaborando en proyectos de evangelización con enfermos y privados de libertad.
Trabajamos en la formación pastoral, espiritual y teológica interna del ministerio, y hacia fuera brindando charlas, talleres, retiros y conciertos que sean requeridos por las comunidades eclesiales.
Me preocupo por la formación artística, la integración de las bellas artes y la puesta en escena de la danza, las artes visuales y otras artes escénicas que sirvan de complemento al ministerio musical.