El anterior párrafo lo encontré en un website al que recurro con frecuencia para buscar las lecturas y salmos del misal, este 25 de diciembre ha sido particular por lo que ya todos sabemos, sin embargo para mi sorpresa descubro a esta beata que no conocía y lo que leí me bastó para querer conocerla más, me detuve especialmente en la siguiente parte: Inserta en el marco de una sociedad influenciada por las ideas liberales de la Ilustración y de la Revolución Francesa, decidió hacer frente a la ideología antirreligiosa del Estado, esto lo consigna su biógrafo con estas palabras: "Ella intuye la causa del mal de su tiempo: «la falta de instrucción y de una educación cristiana básica. Y así surgió en ella el pensamiento generoso de oponerse a aquel dañino río, para detener el vicio desenfrenado, disipar las tinieblas de la ignorancia, formar a los jóvenes en la virtud y llevarlos a Dios»".
Estamos insertos en un marco parecido, más confuso sin temor a equivocarme e invadido por el cáncer del relativismo, fuera y por supuesto dentro de la Iglesia, esto me sacó una sonrisa, no por la parte negativa sino porque he recordado a muchas personas que especialmente a lo largo de la cuarentena se han dedicado a atender la "falta de instrucción" y la "educación cristiana básica", posiblemente desde siempre lo hicieron pero lo noté más en estos duros meses que han pasado, obviamente me animaron muchísimo a formarme para ayudar a otros, sin embargo en algunos momentos me sentí sobrepasada por todo el "dañino río" de influencias y últimas confusiones, ha dolido, porque duele ser arrastrado en la misma dirección que el río por rocas de todos los tamaños, pero duele más venir en contra, por eso las raíces hay que endurecerlas con mucha oración, trabajo, formación y abundante amor. Tampoco dudo de que esta beata, nueva amiga, la haya pasado fácil pues el tema de la revolución francesa (les invito a investigar más a fondo) fue durísimo, la iglesia la pasó mal, pero con ayuda del Espíritu Santo, Anotnia María Verna supo intuir este mal como doctora de almas, doctora de una sociedad herida. Damos gracias a Dios por su vida y enseñanzas, y desde este humilde espacio pedimos a Jesús que bendiga la orden que ella fundó.